Este ha sido mi rincón de escritura durante muchos años y durante todo el día he estado pensando si escribir algo continuando la historia o simplemente escribir una nota y abandonarlo.
Me he decantado por lo primero, porque escribir aquí es como un bálsamo, me traslada a mis recuerdos y me hace volver a reencontrarme con mis personajes, esos que tanto me gustaban y me siguen gustando.
Seguramente nadie lo lea, que caiga en el olvido pero para mi escribir este nuevo capítulo es como volver al pasado, a mis catorce años.
Pov: Ella
Salí corriendo, mi pelo volaba y mi cuerpo se movía a la velocidad de la luz, y cuando estaba alcanzando el claro un cuerpo cayó sobre mi y junto rodamos entre las flores.
Hugo me sujetaba contra su pecho, nuestros ojos se miraban fijamente, nuestras sonrisas se iluminaron.
-Te pillé -dijo riéndose H.
-Eso no vale - gimoteé - Eres un tramposo.
-Pero un tramposo guapo - comentó guiñándome un ojo.
Me aparté todo lo posible de él, sin levantarme del cálido suelo, era un creído. Suspiré.
Él se acercó a mi, y me volvió a acercar estirándo de mi cadera.
Nuestras bocas se acercaron, temblábamos y no podíamos hablar. Cerramos los ojos, y simplemente nos dejamos llevar.
Primero un leve roce, nuestros labios se empezaron a conocer.
Hugo me acercó más, me sujetó con mayor fuerza y fue profundizando en el beso.
Mis labios se entreabrieron dejándolo pasar a su lengua juguetona.
Ambas lenguas se unieron, danzaron y disfrutaron.
Su cálida mano se introdujo en mi camiseta y trazaba círculo en mi estómago. Mis temblorosas manos únicamente le sujetaban del cuello, acercándolo cada vez más, hasta que ya no podíamos acercarnos más.
Nuestras respiraciones se agitaron, nos separamos y nos miramos.
-Creo... que no deberíamos de haber hecho esto... -susurré apartándo la mirada y levantándome. ¿Qué me pasaba? ¿Tenía miedo?
Intenté alejarme de allí con paso tranquilo, para que no viese el estado en el que me encontraba.
Pov: Hugo.
El beso me había dejado diferente, había sentido algo que nunca había sentido y era como si ese sentimiento hubiese estado siempre en ese lugar.
Me levanté, no podía dejar que se fuese. Y cuando la alcancé hice que me mirase a los ojos.
-Esto lo deberíamos de haber hecho hace tiempo - intenté pegar su cuerpo al mío, pero se mostraba reticente.
-¿Pero qué dices? Nos odiamos, ¿lo has olvidado? - Ella estaba nerviosa, lo sabía.
-Del amor al odio hay tan solo un paso - cité la frase típica.
Ella negaba con la cabeza, y yo intentaba acercarme.
-Te acaba de afectar el beso a la cabeza, ¿estas bien? ¿Qué te pasa?
¿Cómo explicar algo que ni yo mismo lo entendía?
-No se explicar esto Ella, pero tu beso si que me ha afectado y los necesito, necesito tus besos.
Ella volvió a negar con la cabeza, seguro que ella también había sentido algo.
-Yo no soy otro ligue más tuyo, y ahora por favor déjame en paz y olvidemos esto.
Eso era lo que le pasaba, pensaba que la iba a tratar como una mierda.
Me pegué a ella y volví a besarle intentando trasmitirle todos mis sentimientos, pero en seguida se separó de mi.